Tuvimos
la experiencia en la consultora de realizar talleres de higiene y seguridad
laboral con trabajadores de la construcción.
Este empleo se encuentra dentro del grupo de los trabajos más riesgosos y
lamentablemente es donde ocurren muchos accidentes graves con daños irreparables
para el trabajador y su familia.
Escribo estas líneas para compartir con
ustedes una actividad que realizamos
con uno de los grupos del taller. La misma consistía en que los participantes,
divididos en 2 grupos, elaboraran un cartel con las 10 REGLAS DE ORO que ellos creían eran importantes respetar con el
fin de minimizar los accidentes en el trabajo.
Las fotos muestran las REGLAS DE ORO DE
SEGURIDAD escritas por los participantes del taller.
En
el cartel A:
1) Usar casco
2) Usar botines
3) Mantener Orden y limpieza
4) Si estás en altura usar arnés
5)Mantener cables en altura
6) Mantener vallado los lugares vacío
7)Usar la ropa como corresponde
8) Mantener Baranda en la escalera
9) Armar los andamios con dos tablones
10) No trabajar apurado Hacer como
corresponde
En
el cartel B:
1) Estar limpia la obra
2) Que tengan baranda
3) Que tengamos luz
4) Cuidar compañeros dormidos
5) Tener cerrado la puerta de calle
6) Tener defensas
7) Cascos, botines
8) Usar arnés
9) Vestuario tener limpio y ordenado.
10) Tener cuidado con herramientas
eléctricas
Me
gustaría hacer hincapié en la importancia que la gente que trabaja día a día y
codo a codo con los riesgos, participe en el armado de los planes de seguridad.
Ellos son los que realmente conocen los riesgos a los que se exponen mejor que
nadie.
Por otro lado, es evidente que, si los
trabajadores sienten que son parte del diseño de las pautas de seguridad
estarán más predispuestos a cumplir con las mismas, por lo que bajaran los
accidentes laborales.
Lo
que se logró con los talleres desarrollados fue
entonces poner el tema de la seguridad
en agenda y responsabilizar a todos los trabajadores respecto al
cumplimiento de las normas básicas que permiten trabajar minimizando los riesgos. Adicionalmente, en las obras se
pusieran los carteles de seguridad que
habían desarrollado los mismos obreros en los cursos, de lo cual se sentían
muy orgullosos.
El
resultado fue que las personas que habían participado de los talleres (a los
que llamaba “la escuelita) no reiteraron situaciones de accidentes.
Como nota final remarco la necesidad que
todos los trabajadores se sientan responsables de la seguridad y que la misma
no sea un tema que recaiga sólo en el Técnico de Higiene y Seguridad a cargo.
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